Una aventura en verso
de amor, humor, enredo y magia

Una aventura en verso de amor, humor, enredo y magia
EMINOLDO La buena razón la asiste.
PERO Pero éste…
(señalando su parte más viril)
…se resiste,
pues comparte mi afición
en lo tocante a varón.
Que, si un hombre se me acerca,
no sabe ponerle cerca
a este loco corazón.
EMINOLDO ¡Parad, don Pero, parad!
¡Relajad esa tensión!
¡Parad, frenad, sosegad,
y sumergid en la alberca,
en agua tranquila y fría,
esa parte aviesa y terca
de la vuestra anatomía!
PERO Entraré en la juglaría
y cantaré vuestros versos
EMINOLDO Pues con camino diverso,
yo entraré en la clerecía
y acabará esta porfía.
PERO ¡Mi gozo ahogáis en un pozo!
EMINOLDO Voy acabando el esbozo,
y el retrato detallado
ya daré por terminado
cuando esté libre de acoso.
PERO ¿Qué os retiréis es forzoso?
EMINOLDO Es forzoso y es juicioso.
Y vos lo hacéis imperioso.
Os saludo y me retiro.
PERO Os despide mi suspiro.
(Sale Eminoldo).
Aparenta que resiste
pero sé que en él existe
una querencia pareja
a ésta que a mí me aqueja.
Y aunque Eminoldo se obstine
y, prudente, se empecine
en ocultar lo que siente
yo haré que acuda, obediente,
al reclamo de Cupido,
por sus dardos malherido.

(Fin de la escena)